Parral, Chihuahua. Una noche de terror vivieron los residentes y el personal del asilo San Vicente el pasado viernes 17 de enero, cuando un incendio en un terreno contiguo puso en riesgo la vida de 40 adultos mayores. El fuego, que comenzó a las 7:28 p.m. según las cámaras de seguridad del lugar, se propagó rápidamente por el pasto seco, impulsado por fuertes vientos, alcanzando una de las esquinas del inmueble y poniendo en peligro el techo del asilo.
De acuerdo con un comunicado difundido en redes sociales por las hermanas responsables del asilo, el incendio desató pánico entre los residentes, algunos de los cuales lloraban y rezaban ante la posibilidad de una tragedia. “La preocupación de cómo sacar a 40 abuelos, muchos en cama o sin poder caminar, fue enorme”, relataron.
El personal intentó comunicarse con los servicios de emergencia a través del 911, pero denunciaron que las llamadas no fueron atendidas de inmediato. En un acto desesperado, comenzaron a combatir las llamas con extintores mientras transeúntes que circulaban por el Periférico se detuvieron a ayudar.
La respuesta de las autoridades
A las 7:41 p.m., 13 minutos después de iniciado el incendio, arribó la primera patrulla al lugar, y ocho minutos después llegó el cuerpo de bomberos para sofocar los últimos restos del fuego, según detallaron en la publicación. Mientras tanto, las hermanas, ayudadas por voluntarios anónimos y personal de una casa hogar cercana, lograron contener las llamas evitando que el incendio se extendiera a las instalaciones del asilo, donde tanques de gas y conexiones eléctricas representaban un riesgo adicional.
Llamado a las autoridades y a la ciudadanía
Aunque agradecieron el apoyo de bomberos, policías, militares y ciudadanos que actuaron como héroes anónimos, el personal del asilo hizo un fuerte llamado a las autoridades para mejorar el funcionamiento del 911 y garantizar una atención más rápida en emergencias. También solicitaron a la ciudadanía evitar prácticas que puedan provocar incendios, como tirar colillas de cigarro o basura inflamable en terrenos baldíos.
“Nos queda la interrogante de qué podemos hacer para que cualquier llamada de auxilio sea atendida de manera inmediata. Hoy damos gracias a Dios porque evitó que este susto se convirtiera en tragedia”, expresaron en su mensaje.
El incidente, que dejó a los abuelitos a salvo pero profundamente afectados, pone sobre la mesa la importancia de una pronta respuesta ante emergencias, especialmente en espacios donde la vulnerabilidad de los habitantes es alta.
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