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Punto y aparte I

La JMAS se tambalea con Juan Plancarte a la cabeza. Mientras la sequía amenaza, sus decisiones erróneas impactan en todos los hogares parralenses.

Sin rumbo fijo.

Desde que asumió el puesto al frente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Juan Plancarte no ha logrado dimensionar el peso de dicho puesto, y navega a la deriva, entre malas decisiones y peores declaraciones, mientras que es la misma ciudadanía quien paga los platos rotos.

Por todos es sabido las pésimas condiciones actuales y el futuro poco alentador que nos espera este verano, donde la sequía seguramente será un botín político para las campañas.

Sin embargo, un buen liderazgo en esta dependencia nos podría dar una pequeña esperanza. Pero Plancarte se ha encargado de hacer todo lo contrario.

Vergüenza le debería de dar, el saber que en las instalaciones del Gobierno del Estado ya se le han manifestado tanto sus empleados como los mismos cuentahabientes, signo inequívoco de la ineptitud que habita en esa dependencia.

La cereza en el pastel(azo).

La gota que derramó el vaso, valga la ironía, la vimos justo hace unos días, cuando en el evento de arranque de obra de la calle Juárez, el alcalde se le fue a la yugular a Plancarte, al declarar que si de aquel lado no había voluntad, el municipio podía hacerse cargo de las tuberías de dicha avenida.

Entre líneas, el munícipe ha dejado claro que no existe comunicación, coordinación ni ánimos de Plancarte por trabajar en equipo en las obras de impacto para la ciudad.

Dicen que la primera en indignarse y poner el grito en el cielo fue la diputada Ángeles, quien despertó de su eterno letargo para reclamarle al alcalde, pero a palabras necias, oídos sordos.

Esto dejó muy mal parado a Juan y cuando las palabras de Peña hicieron eco en Chihuahua, éste salió de inmediato a declarar que estaba más que puesto para asumir su parte en la remodelación de la infraestructura hidráulica de la histórica avenidas Juárez.

Sin embargo, su palabra ya vale menos que un billete venezolano, ya nadie le cree, y ante la situación interna de la Junta, se torna difícil poder asumir esa gran responsabilidad.

Hijo de tigre…

Parece ser que tan solo le tomó dos años al alcalde, aprender la escuelita naranja de Sánchez y Lozoya, para poner el daga en la yugular en el momento preciso y en los temas torales, dejando de lado enfrascarse en discusiones estériles con Ángeles y Piñón, quienes pelean por ver quien hace menos por Parral. Spoiler alert: los dos van perdiendo.

De conchas a conchas.

Por cierto, quien dejó su efímera labor social fue Ángeles, quien ya no sabe si le va a tocar hueso y dejó de gastar sus veinte pesos diarios en llevar pan pintado de azul a algunas colonias selectas. La familia Gutiérrez es conocida por “ahorrativa” y sobre todo la diputada tiene fama de regatearle hasta el aguinaldo a su personal.

Como si la dieta mensual de más de 75 mil pesos, la tuviera al borde de la inanición, ahora cuenta los pasos para no gastar suela de más hasta no saber lo qué le depara para los próximos comicios.

Humo blanco en el PRI.

Ya definieron en el partidazo a quienes habrán de parecer en las boletas para diputaciones federales. Oh gran sorpresa, puros hombres, puros rostros ya conocidos, puro viejo dinosaurio.

Las cartas fuertes son sin duda alguna Tony Meléndez y Noel Chávez, quienes tienen el camino fácil debido a su amplio reconocimiento y aceptación en sus distritos. Ojalá pudiese decirse lo mismo de Alejandro Domínguez.

Vuelve a la vida.

Punto y aparte merece mención la sindica municipal, quien había estado alejada de los reflectores, salvo algunos pequeños desencuentros con los sabuesos del Prian en el Cabildo.

Recientemente se ha visto a Alma muy activa en todo evento al que se le invite, saludando a cuánta persona se le atraviesa, con un espíritu de campaña. No sabemos si es señal de que ya le dieron luz verde en el partido naranja para la reelección, o si trae algo más entre manos. Solo el tiempo lo dirá.

La del estribo.

Le prometieron bajarle la luna y las estrellas, y ahora siente que lo dejaron como novia de rancho: vestido, alborotado y sin candidatura. Todo mundo le dijo que no podía confiar en el PRI y ahora se arrepiente de sus decisiones. ¿Qué futuro le depara al Licenciado?